Las sandalias y las coletas paralizan a Linux
Esto es lo que dice Peter Quinn, que fue el responsable de IT de Massachussets que tomó la decisión de
adoptar como estándar el formato OpenDocument en la administración del Estado.
Dice más cosas interesantes, así que leeros el
artículo completo, pero me gustaría comentar los de las sandalias y las coletas:
He pointed to the "sandal and ponytail set" as detracting from the business-ready appearance of open-source technology and blamed the developers for the inertia for business Linux adoption.
"Open source has an unprofessional appearance, and the community needs to be more business savvy in order to start to make inroads in areas traditionally dominated by commercial software vendors. [Having] a face on a project or agenda makes it attractive for politicians [to consider open source]."
He went on to suggest that while the open-source community was slowly beginning to come to terms with the need to dress for success, it was a "huge education process".
Cuando pusimos en marcha Alanta, tanto yo como el comercial visitamos siempre a los clientes con chaqueta y corbata. Fuimos (y siguen siendo) más relajados con los técnicos, a los que habitualmente sólo pedíamos una correcta higiene personal (no, no se puede dar por hecho). Sólo con algún cliente concreto (el Ministerio del Interior) pedimos a algún técnico que se pusiera corbata. De hecho, ha habido técnicos con piercings y con coleta, aunque nadie especialmente "llamativo".
El motivo de presentarnos con las corbatas por delante para mí era obvio: éramos una empresa minúscula, recién creada, y que vendía algo
muy raro. Con lo cual, el primer obstáculo a vencer era la falta de confianza. Si tu apariencia es "formal", ya tienes un problema menos. Luego el técnico puede ser más "original", porque el cliente ya sabe que hay alguien serio que se responsabiliza.
Alguna vez comentamos este tema con otros "colegas", y
algunos coincidíamos en que la imagen de algunos asistentes a los congresos de Hispalinux no era la más adecuada para que un empresario decidiera hacer una inversión e implantar software libre en su empresa.
Puedes apostar, por supuesto, por ir de "moderno". Hacerte un corte de pelo original, ponerte unos pantalones anchos y una camiseta con mensaje y llevar el último gadget en el bolsillo. Y seguramente habrá clientes que "compren" el mensaje de "lo que yo te vendo es lo último porque yo estoy al día".
Pero a la inmensa mayoría de clientes les cuesta mucho ganar el dinero, y todavía más separarse de él. Huyen de los experimentos y de las novedades como los gatos del agua. Así que si puedes reducir su incertidumbre y que lo único "radical" de tu oferta sea el software que propones, tendrás ya un buen camino recorrido.