Futuro Linux
No venderás el software ajeno
No es perdáis
este artículo que escribe en el Times Online Gervase Markham, responsable de licencias de la fundación Mozilla. Traduzco un poquito:
Hace un tiempo, recibí un correo de una señora del departamento de Comercio de una gran ciudad del norte. Habían encontrado negocios que estaban vendiendo copias de Firefox, y querían confirmar que esto violaba nuestro acuerdo de licencia antes de tomar medidas contra ellos.
Le respondí explicándole educadamente los principios del copyleft: que el software es libre y gratis, y que el hecho de que la gente lo copie y redistribuya es una funcionalidad del sistema, y no un error. Le dije que vender copias completas de Firefox en un soporte físico nos parecía estupendo, y que nos gustaría que devolviera cualquier CD confiscado y nos permitiera continuar con nuestro plan para la dominación del mundo (o algo así).
Desgraciadamente, no lo recibió bien. Su respuesta fue incrédula:
"No puedo creer que su compañía permita que otra gente haga dinero con algo que permiten que sea de libre acceso. ¿De verdad que esto es así?", preguntó.
"Si Mozilla permite la venta de versiones copìadas de su software, hace virtualmente
imposible que nosotros, desde un punto de vista práctico, hagamos cumplir la ley antipiratería británica, porque es difícil para nosotros dar consejos generales a las empresas sobre lo que está y no está permitido."
Todo lo cual está muy relacionado con lo que cuenta Enrique Dans
aquí. Es decir, que hay modelos de negocio que ya no sirven, simplemente porque ya no aportan valor al consumidor. Producir información, volcarla en un soporte físico y trasladar ese soporte a un punto de venta cercano al cliente tenía sentido hace cinco o diez años, pero ya no. Porque ahora todo ese proceso es mucho más eficaz y eficiente a través de Internet.
Yo no quiero discos de plástico, quiero música o software. Y no quiero cualquier música o cualquier software. Quiero probar el software antes de decidir si lo voy a usar de manera continuada. Quiero oír cada canción antes de pasarla a mi iPod. Y ya no voy a comprar nunca una caja precintada con un disco de plástico dentro, que no puedo devolver a la tienda si no me satisface.
Lo cual no quiere decir que no esté dispuesto a pagar por lo que yo considere que tiene valor. Hay maneras de pagar a un artista sin comprar un CD en una tienda. Y hay maneras de recompensar a los creadores de software.
El que quiera saber cómo ganar dinero desarrollando software libre, puede leer
El Caldero Mágico, de Eric Raymond. Y el que crea que va vivir mucho tiempo a base de vender discos de plástico dentro de cajas precintadas, se encontrará pronto con un negocio tan viable como el de vender carbón por las casas.
Picasa para Linux será pronto una realidad
No sólo Picasa, sino
otras aplicaciones Google Desktop. Hace apenas cinco días que dije que
Goobuntu era wishfulware, pero que yo quería un Picasa para Linux, y parece que lo voy a tener antes de lo que pensaba.
En realidad, no van a desarrollar Picasa de nuevo, ni a hacer un
porting auténtico, sino que lo integran con las librerías de
Wine. De modo que para el usuario Picasa es una aplicación Linux, aunque en realidad el 99% del código sea el mismo código Windows al que se le añaden unas funciones de compatibilidad con Linux. Por supuesto, seguirá siendo una aplicación propietaria, de la que se distribuirán únicamente ejecutables.
Si veis los comentarios en slashdot hay un número importante de slashdotters que se quejan:
1. De que Picasa no es software libre.
2. De que Picasa es una mierda.
3. De que Wine es una mierda y el producto resultante va a ser un fracaso.
El Goobuntu que yo quiero no es, evidentemente, el sistema operativo de un
geek. Y Picasa para Linux no será la aplicación de organización de imágenes de un
linuxero que se precie. Pero si el usuario de Windows que ya está acostumbrado a ella se la encuentra en Linux, seguro que lo agradece, y que tiene un motivo menos para añorar el sistema operativo de Microsoft.
A veces creo que el principal problema para que el uso de Linux se extienda a más usuarios es precisamente el fanatismo de sus defensores. La
agenda de RMS y los puristas no es que se use Linux (ni GNU/Linux, que os veo venir) , sino que todo el software que se use sea libre. Y eso es tanto como decir que queremos que todo el mundo llegue virgen al matrimonio y permanezca después casto y fiel al cónyuge. Puedes predicarlo, pero no tienes muchas probabilidades a corto plazo de verlo cumplido al 100%.
Así que si tenemos que predicar la castidad en Sodoma y Gomorra, tal vez debamos empezar por explicar las ventajas de la monogamia, y dejar el maximalismo puritano para un poco más adelante. Hoy en día más del 95% de los usuarios se refocilan en el vicio nefando de Windows. Si Picasa, o Google Earth son propietarios (y por tanto pecaminosos) pero sirven para que incluso sólo un 1% de los usuarios de todo el mundo se pasen a Linux, bienvenidos sean.
Goobuntu y el wishfulware
Se ha hablado mucho estos días de
Goobuntu. Goobuntu es un nuevo tipo de software, el
wishfulware, que sólo existe en los deseos de los usuarios. Se parece al
vaporware, que existe sólo en los departamentos de marketing de los fabricantes. Desde Google,
han negado que exista goobuntu, aunque han explicado que usan internamente una versión personalizada de Ubuntu.
Pero si Goobuntu ha aparecido, es porque existe una demanda real. Supongo que cada uno tendrá una idea de cuál sería su sistema operativo ideal, pero yo voy a aventurar qué necesitaría Goobuntu para llegar a conseguir una cuota de mercado al menos tan significativa como la de Firefox:
- Software preinstalado: OpenOffice, Evolution, Firefox, Picasa, Google Earth, Google Talk, Google Desktop, Acrobat Reader, Totem. (Sí, ya sé que el software de google sólo funciona en Windows, pero puestos a pedir, yo quiero que lo porten a Linux YA!).
- Un sistema de actualización desatendido, que ni siquiera pregunte al usuario si quiere actualizar. Es más, el usuario ni siquiera debería saber lo que es "actualizar".
- Drivers preinstalados para una lista de hardware conocida y fácil de encontrar en los comercios. Ya puestos, con un sello que diga Goobuntu ready, o algo similar, para que cualquiera reconozca que un producto va a funcionar sin tener que leer las especificaciones.
- Una cuenta de usuario que no permita instalar ni desinstalar nada, que ni siquiera pregunte un nombre de usuario y contraseña para empezar. Si hay varios usuarios, un procedimiento intuitivo para crearlos desde la cuenta del usuario "por defecto" asignando a cada uno un nombre y un icono (tipo Windows XP), que luego se utilizan a modo de menú de inicio para identificarse en el sistema.
- Una cuenta de root que permita al "experto" entrar hasta la cocina, pero que sea invisible para el usuario habitual.
- Un procedimiento de arranque que no incluya tener que ver una interminable sucesión de frases incomprensibles, sino una pantallita gráfica, y si puede ser con dibujitos simpáticos en movimiento. Por pedir más, que en lugar de apagarse totalmente quede en modo suspendido, y que al volver a arrancar sólo tarde un par de segundos en volver a presentar la pantalla tal como la habías dejado la última vez.
- Un escritorio coherente, atractivo, y con menús en los que sólo aparecen las opciones imprescindibles para ejecutar los programas. En el que la única posibilidad de configuración sea elegir el fondo del escritorio, el color de las ventanas y el salvapantallas.
Aunque parezca increíble, hay gente que no disfruta modificando los parámetros de la BIOS, incluso los hay que no se excitan al tocar el gconf. Gente que no está dispuesta a pasarse horas brujuleando por sourceforge o para averiguar cuál es el mejor programa de IM, ni hacer cosas raras con una mula para conseguir la última versión de un paquete ofimático. Es más, ni saben ni quieren saber lo que es una versión o un paquete. Gente que sólo quiere encender el ordenador y ponerse a navegar, o a ver las fotos de la comunión de la niña, o a chatear con su primo de Cuenca. A todos estos usuarios un ordenador que no se cuelgue, que no tenga virus, en el que no haya que hacer cosas raras de "instalar" o "configurar" o "cambiar parámetros" y que simplemente funcione correctamente les parecerá una bendición del cielo.
Y eso es algo que después de dos décadas de ordenador personal todavía no hemos conseguido.